Ir al contenido principal

Anoche soñé contigo

Anoche soñé contigo, estabamos en casa. No recuerdo el color de la pared, el tipo de piso o los muebles que teníamos; lo que si recuerdo claramente es que llegabas de la calle con papá, yo estaba en casa.

Cuando los vi entrar estaba tan sorprendida, verte entrar por esa puerta tan... normal, tan sana, tan feliz. Te dije emocionada: mamá, estás aqui!! Y volteaste a verme sonriendo y me dijiste: si, aquí estoy.

- Pero...?? De verdad?? Puedo abrazarte??
- Ven

Y me extendiste tus brazos, cortitos como tu, con tus manos pequeñitas. Veía tu amor saliendo en tu mirada como siempre que te acercabas a mi para abrazarme, feliz de hacerlo.

Y cuando estabamos cerca te pregunté:

- Pero, que pasó?
- Ya estoy aquí, todo fue un mal sueño.

Y me abrazaste. Yo no podía creerlo, cómo podía ser posible? Y todo lo que habíamos pasado? Todo eso? Seguro estoy soñando, pensé.

Si es verdad que estoy soñando entonces cuando te abrace no sentiré nada, es como pellizcarte en un sueño y no te duele porque estás dormido. Pensaba todo eso tan rápido como cuando chocas y tu vida pasa completa frente a ti.

Y cuando por fin me tocaste con tus manos, éstas estaban calientes, casi me quemaban, como siempre las tuviste.

Las sentí! Las sentí! Están calientes, casi me queman! Siento tu calor mamá! No estoy dormida, es verdad, era un mal sueño, solo soñé algo horrible y por fin estamos bien! Estamos bien!

Y entonces te abracé por horas, no podía soltarte, me sentí tan feliz. Estabas ahí y yo estaba contigo otra vez.

Te dije que te amaba, que estaba feliz de que estuvieramos juntos otra vez, que seríamos muy felices, que no te quería soltar.

Te pregunté si podía abrazarte para siempre, si podía durar horas abrazándote y me apretaste mas. Dijiste: para eso vine, estoy aquí.

Estuve ahí, estuviste ahí, nos abrazamos, te sentí tan real, solo había sido un sueño y habíamos despertado. Y de pronto, en algún momento y sin querer, me volví a quedar dormida...

Espero me despiertes pronto otra vez.

Te amo mamá.

Comentarios

Entradas populares de este blog

::: Monólogo

. . Que si soy una romántica? Mil veces respondí: obvio que no!! Pensar en sueños rosas me daba comezón y la nariz fruncida era un acto reflejo inevitable. La pareja ideal? El hombre de mi vida? Un amor para siempre? Que tontería, eso sólo pasa en las novelas de la tele y eso es para mujeres pendejas sin cerebro, perdón pero yo si estudié. El amor para siempre no existe, la fidelidad entre dos es sólo un cliché, lo de ser «la mujer de alguien» es para mujeres sumisas y sin aspiraciones, yo soy mucho más que eso, yo no necesito de un hombre para vivir, no necesito que nadie me mantenga, a quién deber explicaciones o peor aún pedir permiso, alguien que se crea dueño de mi tiempo y de mi vida. No, yo soy una mujer libre y feliz, completamente independiente, con sueños que convierto en realidades y que me llevarán lejos por el mundo, seré un ejemplo de mujer exitosa y soberana, de grandes logros, auténtica, loca, apasionada y nuevamente libre y feliz. Es que, de verdad, piénsalo:

::: Breve coincidencia

Yo iba pasando por ahí, pasaría unos meses o semanas. Asomaba mi cabeza por el pasillo común de la vecindad aquella, pensando cómo distraer mi cabeza del diario caminar, de la mudanza, el desmadre de mi nueva habitación y los asuntos sin resolver del cachorro al que ahora debía cuidar también. Estaba por sacar la cajetilla, del bolsillo de mi desgastado pantalón desgastado azul, cuando escuché el tronar de los metales rozarse. Miré de lado hacia arriba, no mas de 45° y le ví. Flaca y escurrida, pálida como recién amanecida. Un camisón de un blanco amarillento como el de la tela vieja o mal lavada, -seguramente vive sola, de haber estado con su madre su camisón sería de un blanco reluciente- pensé. Ese camisón tenía detalles lindos de olanes con encaje que enmarcaban sus tetillas pellizcadas casi imperceptibles y mostraba el inicio de un cuello largo sosteniendo su cabeza no tan redonda pero colocha colocha. Su despeinado cabello reforzó la idea de estar recién levantada de la cama, eso