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Sin título

"Dios te bendiga" fue su despedida.
Se debe avanzar y mirar atrás no es uno de los ingredientes de esa receta.
Así que ni caracoles ni pelotas de béisbol.
Esperando mi carta llegue aún sin la paloma mensajera, la firmo con tinta mecanografiada.
No hay receta para la carta final.

Gracias siempre por el amor, las risas, los abrazos, las películas, los viajes, los regaños, los desayunos a las 2 de la tarde los domingos, los regalos, las historias, los pelos de perro en las sábanas al dormir, los rompecabezas en 3D con bloques de plástico para volar en naves espaciales, los estrenos, los conciertos, las sonrisas, por dejarme llorar en una roca afuera de tu casa porque no me merecía dormir adentro, por dejarme vomitar tu auto, por reírte de mis chistes, por comerte los biscochos desinflados que te preparé, por dejarme el gusto por los comics, por jugar como dos niños a hacernos cosquillas, por complacerme, por cuidarme, por amarme.

Gracias por regalarme pelis vintage de heroínas ninfómanas, científicos espaciales diminutos viajando dentro del cuerpo de un incauto, o aquella en la que lloro al tener que despedirme de los monstruos infantiles.

Gracias por el estadio de béisbol, los autos de carreras y el fútbol de veteranos.

Gracias sin duda también, por dejarle conocer a mi cuerpo y a mi piel lo satisfactorio del deseo y por saciar siempre a mi sexualidad.

Con cariño y con amor: gracias Mc, siempre gracias.

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Una vez más: compañera de soledades. Un abrazo fuerte.
Fuerza

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::: Monólogo

. . Que si soy una romántica? Mil veces respondí: obvio que no!! Pensar en sueños rosas me daba comezón y la nariz fruncida era un acto reflejo inevitable. La pareja ideal? El hombre de mi vida? Un amor para siempre? Que tontería, eso sólo pasa en las novelas de la tele y eso es para mujeres pendejas sin cerebro, perdón pero yo si estudié. El amor para siempre no existe, la fidelidad entre dos es sólo un cliché, lo de ser «la mujer de alguien» es para mujeres sumisas y sin aspiraciones, yo soy mucho más que eso, yo no necesito de un hombre para vivir, no necesito que nadie me mantenga, a quién deber explicaciones o peor aún pedir permiso, alguien que se crea dueño de mi tiempo y de mi vida. No, yo soy una mujer libre y feliz, completamente independiente, con sueños que convierto en realidades y que me llevarán lejos por el mundo, seré un ejemplo de mujer exitosa y soberana, de grandes logros, auténtica, loca, apasionada y nuevamente libre y feliz. Es que, de verdad, piénsalo:

::: Breve coincidencia

Yo iba pasando por ahí, pasaría unos meses o semanas. Asomaba mi cabeza por el pasillo común de la vecindad aquella, pensando cómo distraer mi cabeza del diario caminar, de la mudanza, el desmadre de mi nueva habitación y los asuntos sin resolver del cachorro al que ahora debía cuidar también. Estaba por sacar la cajetilla, del bolsillo de mi desgastado pantalón desgastado azul, cuando escuché el tronar de los metales rozarse. Miré de lado hacia arriba, no mas de 45° y le ví. Flaca y escurrida, pálida como recién amanecida. Un camisón de un blanco amarillento como el de la tela vieja o mal lavada, -seguramente vive sola, de haber estado con su madre su camisón sería de un blanco reluciente- pensé. Ese camisón tenía detalles lindos de olanes con encaje que enmarcaban sus tetillas pellizcadas casi imperceptibles y mostraba el inicio de un cuello largo sosteniendo su cabeza no tan redonda pero colocha colocha. Su despeinado cabello reforzó la idea de estar recién levantada de la cama, eso